La maestra Teresa estaba dando clases en la Preparatoria, y les decía a sus alumnos en qué consistiría el examen final que les aplicará al día siguiente.
Terminó diciendo que no habría excusas para quien no acudiese al examen, a menos de que se tratase de un accidente grave, una enfermedad o muerte de algún pariente próximo.
Si hubiera una situación de esta naturaleza, estaba dispuesta a aplicar posteriormente el examen o a promediar las calificaciones que había obtenido el alumno a lo largo del año escolar.
Al fondo de la clase estaba Roberto, que era un chico tremendo. Quiso gastarle una broma a su maestra, así es que le preguntó, con un gran aire de cinismo:
-De entre esos motivos justificantes, ¿podemos incluir el de extremo cansancio por actividad sexual?
De inmediato se escucharon las carcajadas de todos los alumnos, mientras que la maestra Teresa aguardaba pacientemente a que todos los estudiantes se callaran.
Después de unos minutos, cuando ya los alumnos estaban en silencio, la maestra Teresa volteó a ver a Roberto, y le dijo:
-Eso no es un justificante. Pero le quiero decir que, como la prueba que aplicaré mañana será tipo "opción múltiple", usted puede venir y ¡escribir con la otra mano!
miércoles, 12 de enero de 2011
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