El condenado a muerte espera la hora de ejecución, cuando llega el sacerdote:
- Hijo, traigo la palabra de Dios para ti.
- Pierde el tiempo Padre. Dentro de poco voy a hablar con Él personalmente. ¿Algún encargo? .......JEJEJEJEJE
miércoles, 3 de noviembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario