Una rana se había hecho un test de embarazo que le dió positivo y Feliz esperaba al sapo para darle tan buena noticia. Pensó que en lugar de decírselo directamente, se lo daría a entender, así sabría si él le prestaba atención.
Cuando el sapo llegó, ella estaba tejiendo unos escarpines muy concentrada.
El sapo comió y se fue a dormir sin mostrar el menor interés por la rana.
Ella enojadísima decidió vengarse de él al día siguiente. Preparó la cena para ella y dejó el plato de él vacío sobre la mesa.
Cuando el sapo llegó, la encontró comiendo sola.
Corrió hacia la rana, la abrazó, la besó y le dijo:
-¡Mi amor estás embarazada!
La rana muy sorprendida le preguntó: -¿Cómo te diste cuenta?
Canchero el sapo respondió: -Porque el que come y no convida... ¡tiene un sapo en la barriga!
martes, 2 de noviembre de 2010
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